Cómo ahorrar energía eléctrica en el hogar
En este trabajo ponemos en tus manos una serie de informaciones que te darán opciones para que ahorres energía eléctrica en tu hogar.
Ahorrar energía contribuye a tener menos gastos a la hora de efectuar el pago de la tarifa eléctrica, pero para esto, debes conocer una serie de recomendaciones que van desde corregir las fugas energéticas y conocer el consumo que tienen algunos aparatos electrónicos dentro del hogar, establecimiento o negocio.
Según datos de la Comisión Nacional de Ahorro de Energía (CONAE), en los hogares urbanos el 40% del consumo de electricidad corresponde a iluminación, el 29% al refrigerador, el 13% a la televisión, el 6% a la plancha, el 5% a la lavadora, y el 7% restante a otros electrodomésticos, como hornos microondas, aspiradoras y licuadoras.
Para los hogares con climatización, el panorama cambia, pues sólo en calefacción y aire acondicionado se gasta el 44% del consumo total.
Electrodomésticos
Como se puede apreciar, en la mayoría de los hogares, el conjunto de los electrodomésticos que se usan representa casi el 60% del consumo total de energía eléctrica.
A continuación ofreceremos algunos consejos sobre el manejo de los electrodomésticos que consumen mayor cantidad de energía.
La Nevera:
Se debe verificar que este bien colocada en un lugar con espacio para permitir la circulación del aire. Verifica que la nevera cierra herméticamente y revisa periódicamente las gomas de la puerta. Saca los alimentos que vayas a utilizar y cierra inmediatamente las puertas. No las dejes abiertas innecesariamente.
No introduzcas alimentos calientes dentro de la nevera. Una vez enfriados, cúbrelos con papel aluminio, plástico o introdúcelos en envases. Verifica que el termostato esté en perfectas condiciones y que los ciclos se completen.
Si vas comprar un refrigerador o nevera nueva, compara precios, capacidad y consumo de energía. Revisa la etiqueta de eficiencia energética.
La Licuadora:
Revisa que las aspas siempre tengan filo y no estén rotas. Licúa todas las porciones que se van a necesitar de una sola vez, en lugar de hacerlo por partes. Revisa minuciosamente el buen funcionamiento del aparato y mantén limpios sus componentes.
La Plancha:
Trata de planchar la mayor cantidad de ropa en una sola sesión; conectar muchas veces la plancha gasta más energía, que mantenerla un buen rato encendido mientras planchas todo. Revisa la superficie de la plancha para que esté siempre tersa; así se trasmitirá el calor de manera uniforme.
Clasifica la ropa según el tipo de tela, comenzando a planchar por las de tejidos más suaves y luego sube la temperatura para continuar con las telas más fuertes.
Rocía la ropa ligeramente sin humedecerla demasiado.
Aprovecha el calor que mantiene la plancha una vez que la hayas apagado para planchar las piezas más pequeñas.
La Secadora:
Aprovecha al máximo la capacidad de carga, sin excederlo.
Selecciona la ropa a secar según el tipo de tela para evitar que se sobrecaliente.
Coloca la secadora en un lugar donde circule aire fresco, porque la ventilación disminuye el tiempo de secado.
Limpia el filtro después de cada secada para retirar la pelusa.
Utiliza la secadora de ropa sólo cuando sea indispensable; aprovecha el sol para secarla y eliminar bacterias.
La Lavadora:
Úsala de acuerdo con su capacidad y posibilidades para consumir eficientemente la energía y reducir los gastos.
Aprovecha al máximo la capacidad de carga; consume menos lavar una sola vez con máxima carga que dos veces con medias cargas.
Selecciona la ropa según el tipo de tela y utiliza el ciclo que le corresponde a cada uno.
Utiliza sólo el detergente necesario; el exceso produce mucha espuma y hace trabajar al motor más de lo conveniente.
Remoja las prendas antes de lavarlas para evitar un doble lavado.
El Calentador de Agua:
Instala el calentador lo más cerca posible del lugar donde se usa el agua. Gradúalo a una temperatura de 35° centígrados. Apágalo sólo si no utilizarás agua caliente por más de 8 horas continuas.
Evita fugas de agua. Mantén las llaves de agua caliente cerradas mientras no la estés utilizando.
Secador de Cabello:
Seca muy bien el cabello con una toalla antes de iniciar el secado, ya que este consume la energía de cuatro o cinco televisores encendidos.
Enciende el secador sólo cuando estés listo para comenzar y apágalo al terminar o si haces una interrupción.
Aire Acondicionado:
Desconecta el aire acondicionado al salir de la habitación porque consume en promedio 150 kilovatios/hora mensuales.
Instala los equipos donde no reciban luz solar.
Limpia y cambia regularmente los filtros. Revisa periódicamente si la unidad necesita gas refrigerante.
Mantén las puertas y ventanas cerradas para evitar la pérdida de frío.
Ajusta el termostato a una temperatura intermedia.
Al comprar un equipo de aire acondicionado, verifica que tenga la capacidad necesaria y nunca superior a la que requieres.
La Iluminación:
Ilumina exclusivamente los espacios que requerimos con lámparas y tubos adecuados, permite un uso adecuado de la energía y reduce gastos.
Siempre que sea posible, aprovecha la iluminación natural.
Apaga la luz cuando no sea necesaria.
Utiliza colores claros para pintar paredes y techos.
Utiliza luces fluorescentes en los espacios que requieren más iluminación, como por ejemplo cocina, baño y estudios.
Limpia las lámparas y focos, ya que el polvo bloquea la luz que emiten.
El Televisor:
Recuerde que dejar el televisor encendido por muchas horas consume demasiada energía. Por ello, enciéndalo sólo cuando realmente desee ver algún programa. Si sólo quiere oír ruido, mejor use un radio: consume menos energía. Tampoco se vale que en una misma casa se esté viendo el mismo programa en dos televisores al mismo tiempo.
Si suele quedarse dormido con la TV encendida, use el reloj programador (sleep-timer).
La computadora:
Si deja de usar la computadora por cierto tiempo, apague por lo menos el monitor, que es como dejar de utilizar un foco de 75 watts..
Recuerda, una instalación en un buen estado es seguridad, mejor uso de la energía y reducción de gastos; por eso, nunca conectes varios aparatos en un mismo enchufe, ya que se produce una sobre-carga en la instalación, lo cual provoca una operación deficiente y posibles interrupciones a largo plazo.
De igual manera, comprueba con frecuencia que en la instalación no existan cortos circuitos; desconecta el interruptor general (Breaker) y todos los aparatos eléctricos.
Verifica que el disco del medidor deje de rotar en un tiempo prudencial (de 3 a 5 minutos). Si continúa girando, es necesario revisar las instalaciones eléctricas. Recuerda que una fuga de corriente es una fuga de dinero.
Fuentes:
Comisión Nacional de Ahorro de Energía
Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales