Maestros/as del siglo XXI

Maestros/as del siglo XXI

El educador del Siglo XXI debe reunir una serie de condiciones entre las que se encuentran manejo de la internet y muchas más.

A propósito de la celebración del día del maestro/a, que en nuestro país se lleva a cabo el 30 de junio, ofrecemos a la comunidad docente una especie de reflexión sobre nuestro rol con miras al siglo XXI.
 
El educador del siglo XXI en la República Dominicana y en América Latina debe reunir al menos tres herramientas principales que son la sensibilidad, flexibilidad y conocimiento.

Sólo el maestro/a que conoce los límites de la disciplina y el lenguaje puede explicar por qué una determinada pregunta no es legítima en un determinado contexto.

Existen saberes sistemáticos de la naturaleza y de la sociedad que son fundamentales para resolver problemas de tipo técnico y problemas de identidad y pertenencia.

Por tal razón el docente de este tiempo debe conocer muy de cerca los avances tecnológicos y científicos que deberá manejar y que debiera manipular desde su formación misma.

Los perfiles del docente que se han planteado para el siglo actual son muy ambiciosos para poder estar a tono con los tiempos y con la competitividad.

Entre las condiciones que debe reunir el educador de este tiempo en la República Dominicana se encuentran:

Que tenga capacidad de aprendizaje y un espíritu crítico e innovador que le permita valorar las nuevas corrientes e incorporarlas a su práctica, con el objetivo de hacer el mejor aporte posible a la comunidad educativa a la que pertenece.

Que sea íntegro, capaz de servir de modelo y de ejemplo a sus alumnos y a los que trabajan en su entorno. Que tenga capacidad de actuar con ecuanimidad y equilibrio, que exprese su identidad con la cultura nacional, y sensibilidad social en sus prácticas, actividades y con los seres que le rodean.

Que sea respetuoso de su entorno y siempre comprometido con la excelencia.  Que sea un individuo capaz de integrarse a una comunidad y de comprometerse con una visión de excelencia.

Que tenga capacidad para examinar críticamente y para transformar su práctica docente.
Es evidente que el docente del siglo XXI debe reunir muchas condiciones tanto morales, científicas, de gestión y competencias personales para que realice un trabajo adecuado a un mundo globalizado.