Parque Nacional Jaragua

Este Parque aloja una de las muestras importantes de los ecosistemas de Las Antillas, especialmente los ecosistemas áridos y marinos costeros. Incluye playas, costas rocosas, humedales, praderas de hierbas marinas, arrecifes coralinos, cayos e islas.

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Una verdadera maravilla de la naturaleza única en Las Antillas y en el mundo con una extensión de 469 kms. es un espacio de conservación de la biósfera terrestre y marina que no podemos dejar de conocer y cuidar.

 El Parque Nacional Jaragua y su zona de amortiguamiento representan de manera única e incomparable la naturaleza prístina de Las Antillas, particularmente de los ecosistemas áridos y costero-marinos. Es una muestra única bajo protección de ecosistemas pertenecientes a importantes provincias biogeográficas de la Isla de Santo Domingo y Las Antillas, que han servido como centros de especiación.

Doce tipos de asociaciones vegetales terrestres han sido descritas, incluyéndose además playas, costas rocosas, humedales, praderas de hierbas marinas, arrecifes coralinos, cayos e islas. No existe otro lugar como este, ni en la isla de Santo Domingo ni el mundo. Su flora y su fauna es única, encontrándose altos niveles de endemismos, a nivel de especie y de otros tasa superiores. Es el único sitio de la Isla de Santo Domingo donde se encuentran presentes todas las especies de algunos géneros (Ameiva, Uromacer, entre otros).

Se encuentran también especies endémicas con distribución geográfica muy restringidas (Anolis altavelensis, Pimenta haitensis, Haitiella ekmanni) Incluye numerosas especies de alto valor económico, de valor pesquero, así como especies en peligro crítico (según UICN). La fauna de invertebrados es todavía relativamente poco estudiada, y se describen especies nuevas para la ciencia en numerosas tasas.

El Parque Nacional Jaragua cuenta con lugares naturales de singular belleza escénica. La Laguna de Oviedo, con sus humedales circundantes y los cayos que contiene resulta un lugar espectacular. Las playas vírgenes de arena blanca, como Bahía de las Águilas y Trudillé, permiten disfrutar de amaneceres y atardeceres sin igual. De manera similar los humedales costeros ofrecen vistas escénicas incomparables, como lo ofrecen también los acantilados rocosos de tierra firme y de La Isla Beata.

El Parque Nacional Jaragua representa uno de los más importantes y significativos habitats para la conservación in situ de la biodiversidad del Caribe. Representa la única porción bajo protección de zonas bajas, costeras y marinas de la “Paleoisla del Sur”, de la Isla de Santo Domingo. Se considera que la isla se ha formado por la unión de dos paleoislas que se mantuvieron separadas hasta tiempos geológicos relativamente recientes, y que actuaron como centros de colonización y especiación independientes. En la literatura internacional se conocen estas paleoislas como “paleoislas del norte y paleoislas del sur”.

Su natural fisiografía y aridez, le ha conferido una protección natural histórica. Esta protección ha sido reforzada después de ser declarado como Parque Nacional en 1983. Esto ha permitido que en su interior sobrevivan importantes especies de la flora y fauna de la Isla de Santo Domingo y Las Antillas, algunas de ellas consideradas hoy día como en peligro crítico, por la UICN.

En Jaragua se encuentran importantes manglares, plantas aromáticas y medicinales. Una de ellas, la canelilla (Pimenta haitensis), es de distribución muy limitada y casi restringida al interior del Parque Nacional. Se encuentran también importantes especies potencialmente maderables y de valor ornamental.

El Parque actúa como reserva a importantes poblaciones relicto de dos especies endémicas de mamíferos, y en peligro de extinción, el solenodón (Solenodon paradoxus), y la jutía (Plagiodontia aedium). Entre las numerosas especies de aves, nativas, endémicas y migratorias, se encuentran las mayores poblaciones de la isla de paloma coronita (Columba leucocephala), y posiblemente de todo el Caribe insular. Asimismo, posee las poblaciones mas importantes de la paloma ceniza (Columba inornata), especie antillana amenazada.

En sus islas y cayos adyacentes anida la colonia de la gaviota oscura (Sterna fuscata) mas grande históricamente conocida de la región del Caribe. Posee la mas importante población de la iguana rinoceronte (Cyclura cornuta), y es ámbito importante de la distribución natural de la iguana de Ricord (Cyclura ricordi), cuya area de anidamiento se encuentra en la llanura arenosa adyacente a la playa de la Bahía de las Águilas y de la tortuga sureña de la Isla de Santo Domingo (Trachemys decorata) ambas especies endémicas y críticamente amenazadas.

En sus ecosistemas marinos se encuentran las zonas más extensas y mejor conservadas de praderas de hierbas marinas de la región, las cuales sirven a su vez de soporte a especies animales amenazadas y/o de valor pesquero. Los arrecifes mejor conservados del Caribe insular se encuentran en sus aguas.

Las praderas de hierbas marinas sirven de alimento al lambí (Strombus gigas) y al manatí (Trichechus manatus), presentes en la zona. Esta última con una población muy restringida. Así mismo, a la tortuga verde (Chelonia mydas). Junto a la tortuga verde en el Parque se encuentran las otras tres especies de tortugas marinas reportadas para el Caribe insular, anidando en sus playas (Caretta caretta, Eretmochelys imbricata, y Dermochelys coriacea), todas en peligro. Es además un sitio de importancia regional para el anidamiento de Dermochelys coriacea. En los últimos años se ha registrado la mayor concentración de juveniles de carey (E. imbricata) conocida mundialmente, en sus aguas y sus alrededores, las cuales utilizan la Bahía de las Águilas como playa de deshove. El cangrejo de tierra (Cardisoma guahanumi), el lambí (Strombus gigas) y la langosta espinosa (Panulirus argus), muy importantes especies pesqueras, económica y culturalmente, poseen poblaciones únicas en el Caribe.

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